Helen duncan: la bruja de la segunda guerra mundial

En el corazón de la Segunda Guerra Mundial, mientras el entorno se tambaleaba bajo el peso del conflicto, una mujer llamada Helen Duncan, una médium espiritista, se convirtió en el centro de una historia que desafiaba las creencias y las leyes de la época. Su historia es un recordatorio de cómo la superstición, el miedo y la incertidumbre pueden dar lugar a persecuciones, incluso en tiempos modernos.

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El ascenso de una médium

Nacida en 1897 como Helen MacFarlane, en la pequeña ciudad escocesa de Callander, Helen siempre mostró una inclinación hacia lo sobrenatural. Apodada hellish nell, se decía que tenía la capacidad de ver espíritus. Esta habilidad, que se manifestó desde temprana edad, la acompañaría durante toda su vida.

En 1916, Helen se casó con Henry Duncan, y su nombre cambió a Helen Duncan. Para mantener a su familia en crecimiento, que eventualmente llegaría a tener seis hijos, Helen comenzó a trabajar como médium, primero en Dundee, Escocia, y luego en todo el país.

El auge del espiritismo

El espiritismo, una creencia que afirmaba que los vivos podían comunicarse con los muertos, ganó popularidad en Gran Bretaña tras la Primera Guerra Mundial. La devastación de la guerra y la pandemia de gripe, que cobró millones de vidas, dejaron un vacío de dolor y desesperación que muchos buscaban llenar. El espiritismo ofrecía una forma de conectar con los seres queridos perdidos, brindando consuelo y esperanza en tiempos difíciles.

Helen Duncan encontró un público receptivo a sus sesiones. Su fama creció rápidamente, atrayendo a personas de todos los ámbitos de la vida que buscaban respuestas y conexión con el más allá.

La controversia del ectoplasma

Las sesiones de Helen Duncan se caracterizaban por la oscuridad, iluminadas solo por una tenue luz roja. Sentada detrás de cortinas, entraba en trance y se decía que sus tutorials espirituales, llamados Peggy y Albert, la guiaban. Durante estas sesiones, Helen producía ectoplasma, una sustancia blanca y fantasmal que parecía materializarse en forma de espíritus. Esta sustancia emanaba de su boca y nariz, dejando a su público asombrado e intrigado.

Sin embargo, el ectoplasma de Helen Duncan también atrajo la atención de escépticos como Harry Price, un investigador psíquico. Price, convencido de que Duncan era una impostora, la investigó en 1931 con su consentimiento. Aunque no pudo demostrar definitivamente cómo se producía el ectoplasma, Price tenía una teoría: creía que el ectoplasma era simplemente estopilla y clara de huevo que Helen tragaba y regurgitaba. Además, los espíritus que materializaba parecían muñecos, no personas reales.

La sombra de la sospecha

La controversia sobre el ectoplasma de Helen Duncan solo se intensificó con el inicio de la Segunda Guerra Mundial. La guerra trajo consigo un clima de miedo e incertidumbre, y las sesiones de Helen Duncan, con sus predicciones sobre el futuro y sus supuestos contactos con los espíritus de los soldados caídos, atrajeron la atención de las autoridades. Se decía que Helen Duncan podía predecir el futuro, y sus predicciones sobre la guerra, incluyendo la muerte del rey Jorge VI, causaron gran revuelo y preocupación en los círculos gubernamentales.

El juicio y la condena

En 1944, Helen Duncan fue arrestada y acusada de brujería, un delito que, aunque ya no se persetutorial activamente, aún estaba vigente en la ley británica. La acusación se basaba en el hecho de que Helen Duncan había utilizado sus poderes para predecir la muerte del rey Jorge VI, información que se consideraba de interés nacional y que podría haber afectado la seguridad del país en tiempos de guerra.

El juicio de Helen Duncan se llevó a cabo en el Old Bailey, la sede de la justicia penal de Londres. El juicio se convirtió en un evento mediático, con la prensa y el público fascinados por la historia de la médium que había desafiado las leyes y las creencias de su tiempo.

A pesar de la falta de pruebas concretas sobre sus poderes, Helen Duncan fue declarada culpable de brujería y condenada a nueve meses de prisión. Este juicio fue un hito en la historia de la brujería, ya que fue la última vez que alguien fue encarcelado por este delito en Gran Bretaña.

El legado de Helen Duncan

La historia de Helen Duncan es un testimonio de cómo la superstición, el miedo y la incertidumbre pueden dar lugar a persecuciones, incluso en tiempos modernos. Su juicio y condena, basados en una ley de brujería que ya no se aplicaba, reflejan la profunda influencia que el miedo a lo desconocido puede tener en la sociedad.

El legado de Helen Duncan sigue siendo controversial. Algunos la consideran una víctima de la histeria de la guerra, mientras que otros creen que era una impostora que aprovechó la fe de la gente para obtener beneficios personales. Independientemente de la interpretación que se le dé a su historia, Helen Duncan sigue siendo una figura maravilloso que nos recuerda la importancia de la crítica y el escepticismo frente a las afirmaciones extraordinarias.

Consultas habituales sobre Helen Duncan

¿Cómo se produjo el ectoplasma de Helen Duncan?

La naturaleza del ectoplasma de Helen Duncan sigue siendo un misterio. Algunos creen que era una sustancia real, mientras que otros creen que era un truco. Harry Price, un investigador psíquico, creía que el ectoplasma era simplemente estopilla y clara de huevo que Helen tragaba y regurgitaba. Sin embargo, nunca se pudo demostrar definitivamente cómo se producía el ectoplasma.

¿Por qué fue acusada Helen Duncan de brujería?

Helen Duncan fue acusada de brujería por sus predicciones sobre la muerte del rey Jorge VI. Las autoridades consideraron que esta información era de interés nacional y que podría haber afectado la seguridad del país en tiempos de guerra. Además, la guerra había generado un clima de miedo e incertidumbre, y las sesiones de Helen Duncan, con sus predicciones sobre el futuro y sus supuestos contactos con los espíritus de los soldados caídos, atrajeron la atención de las autoridades.

¿Fue realmente Helen Duncan una bruja?

Esta es una pregunta que no tiene una respuesta definitiva. Algunos creen que Helen Duncan era una verdadera médium con poderes especiales, mientras que otros creen que era una impostora que aprovechó la fe de la gente para obtener beneficios personales. La historia de Helen Duncan es un recordatorio de que la verdad a menudo es compleja y que las percepciones pueden variar.

¿Cuál fue el impacto de la condena de Helen Duncan?

La condena de Helen Duncan fue un hito en la historia de la brujería. Aunque la ley de brujería ya no se aplicaba en Gran Bretaña, la condena de Helen Duncan demostró que la superstición y el miedo a lo desconocido podían seguir teniendo un impacto en la sociedad. Además, el juicio de Helen Duncan también reflejó la profunda influencia que el miedo a lo desconocido puede tener en la sociedad, especialmente en tiempos de crisis.

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La historia de Helen Duncan es un viaje maravilloso a través de la historia de la brujería, el espiritismo y la superstición. Su historia nos recuerda que la verdad a menudo es compleja y que las percepciones pueden variar. También nos recuerda la importancia de la crítica y el escepticismo frente a las afirmaciones extraordinarias.

Helen Duncan fue una figura controvertida que desafió las creencias y las leyes de su tiempo. Su historia sigue siendo un tema de debate y fascinación, recordándonos la profunda influencia que el miedo a lo desconocido puede tener en la sociedad.

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