El caso del exorcismo de Anna Ecklund es uno de los más famosos y controvertidos de la historia. A pesar de que la película the exorcism of anna ecklund del 2016 lo ha convertido en un relato popular, la realidad detrás de la historia es aún más maravilloso y escalofriante.
Una Juventud Marcada por lo Oscuro
Anna Ecklund, cuyo verdadero nombre era Emma Schmidt, nació en Milwaukee, Wisconsin, el 23 de marzo de 188Criada en un hogar católico, su vida dio un giro dramático durante su adolescencia. Emma comenzó a experimentar síntomas inquietantes que la diferenciaban de otros jóvenes de su edad. Se mostraba reacia a los objetos sagrados, sufría pensamientos perturbadores y se le hacía imposible entrar a las iglesias. Su comportamiento se tornó cada vez más extraño, incluyendo actos sexuales impuros que la aislaron de la comunidad.
Las causas de este cambio repentino se atribuyen a la influencia de su tía Mina, una mujer con reputación de bruja local. Mina preparaba alimentos con hierbas mágicas y se decía que tenía una relación sentimental con el padre de Emma. Se cree que Mina, llena de resentimiento, lanzó un maleficio sobre Emma, desatando la posesión demoníaca que la atormentaría durante años.
La historia de Emma Schmidt, conocida como mary x en algunos relatos, se complica aún más por la falta de información precisa sobre su identidad y origen. Algunos registros la ubican en Marathon, Wisconsin, mientras que otros la sitúan en la costa este de Estados Unidos. Lo cierto es que su caso llamó la atención de la Iglesia Católica, abriendo un capítulo oscuro en su vida.
El Exorcismo de 1912: Un Primer Intento
En 1912, Emma Schmidt fue sometida a un exorcismo por el Padre Theophilus Riesinger, un sacerdote capuchino de origen alemán. Riesinger, conocido por su experiencia en la lucha contra el mal, fue enviado por el Obispo Thomas Dunn de Des Moines, Iowa, para tratar el caso de Emma. Sin embargo, poco se sabe de este primer exorcismo y sus resultados. Lo que sí es seguro es que Emma no volvió a ser contactada por la Iglesia durante más de dos décadas.
El Exorcismo de 1928: Una Batalla Brutal
En el verano de 1928, el Padre Riesinger fue nuevamente llamado para exorcizar a Emma, ahora conocida como Anna Ecklund. Esta vez, el exorcismo se llevaría a cabo en un convento de las Hermanas Franciscanas en Earling, Iowa, bajo la supervisión del Padre Joseph Stieger, amigo de Riesinger. El 17 de agosto de 1928, Anna fue llevada al convento y comenzó a mostrar síntomas aterradores : caía en furias ante la comida rociada con agua bendita, silbaba como un gato, y se contorsionaba de una manera inhumana.
El exorcismo, que comenzó el 18 de agosto, se caracterizó por su violencia. Anna levitaba, aullaba, y se colgaba de la puerta con una fuerza sobrehumana. Las sesiones se extendieron durante varios días, llenas de horrores que dejaron a las monjas en estado de shock. Anna vomitaba restos putrefactos y hojas de tabaco, sus labios y cara se hincharon, y hablaba en diferentes idiomas que no conocía.
El Padre Riesinger identifico a Judas Iscariote como uno de los demonios que poseían a Anna, pero el principal responsable era Jacob, el padre de Anna, quien la había maldecido con la ayuda de su amante, Mina, por rechazar sus avances sexuales incestuosos. La voz de Mina se manifestaba en un tono agudo y estridente. Las sesiones de exorcismo fueron tan agotadoras que varias monjas pidieron ser trasladadas a otro convento.
La Liberación de Anna Ecklund
El 23 de diciembre de 1928, tras ocho días de exorcismo, el Padre Riesinger convocó a los demonios en nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, con la intercesión de la Virgen María, a marcharse al infierno. Anna colapsó en su cama y gritó : beelzebub, judas, jacob, mina ! ¡infierno! ¡infierno! ¡infierno! . Luego, abrió los ojos y habló con su propia voz : ¡mi jesús, misericordia! ¡alabado sea jesucristo! .
El exorcismo fue considerado exitoso. Anna recuperó su cuerpo y mente, aunque sufría de posesiones más leves que podían controlarse. Su verdadera identidad se mantuvo en secreto para protegerla de la opinión pública.
El Legado de Anna Ecklund
Anna Ecklund murió el 23 de julio de 1941, a los 59 años. Su historia, aunque envuelta en misterio, se convirtió en un testimonio de la fuerza del mal y la fe. El caso de Anna Ecklund inspiró al teólogo Carl Vogl a escribir un libro en alemán, titulado begone, satan (Vete, Satanás), utilizando el seudónimo de Anna Ecklund. El libro, publicado en 1935, relató en detalle la posesión y el exorcismo de Anna.
El caso de Anna Ecklund se convirtió en un referente del exorcismo americano , un fenómeno que ganó popularidad en Estados Unidos durante la primera mitad del siglo XX. En febrero de 1936, la revista Time publicó un artículo sobre el exorcismo de 1928, dando a conocer la historia de Anna Ecklund a un público más amplio.
Consultas Habituales
¿Es real la historia de Anna Ecklund?
Sí, la historia de Anna Ecklund está basada en hechos reales. Aunque existen algunas discrepancias en los registros sobre su identidad y origen, no hay duda de que una mujer llamada Emma Schmidt fue sometida a exorcismos en 1912 y 192
¿Quién fue el Padre Theophilus Riesinger?
El Padre Theophilus Riesinger fue un sacerdote capuchino de origen alemán, conocido por su experiencia en exorcismos. Fue enviado por la Iglesia Católica para tratar el caso de Anna Ecklund en 1912 y 1928.
¿Qué síntomas tenía Anna Ecklund durante la posesión?
Anna Ecklund mostró numerosos síntomas durante la posesión, incluyendo furias ante objetos religiosos, silbidos como un gato, levitación, contorsiones, vomito de restos putrefactos, hinchazón de labios y cara, y habla en idiomas que no conocía.
¿Qué demonios poseían a Anna Ecklund?
Según el Padre Riesinger, Anna Ecklund estaba poseída por varios demonios, incluyendo Judas Iscariote y Jacob, su propio padre, quien la había maldecido con la ayuda de su amante, Mina.
¿Fue exitoso el exorcismo de Anna Ecklund?
El exorcismo de Anna Ecklund fue considerado exitoso. Anna recuperó su cuerpo y mente, aunque sufría de posesiones más leves que podían controlarse.
El caso de Anna Ecklund es un testimonio de la realidad del mal y la lucha de la fe. Su historia nos recuerda que el entorno espiritual es real y puede tener un impacto en nuestras vidas. A pesar de que el exorcismo de Anna Ecklund fue un evento traumático, también fue un acto de esperanza, una victoria de la luz sobre la oscuridad.
La historia de Anna Ecklund es un recordatorio de que la fe es un arma poderosa que puede ayudarnos a superar las pruebas más difíciles de la vida.
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