La historia de June y Jennifer Gibbons es una de las más extrañas y conmovedoras de la historia reciente. Estas gemelas idénticas, nacidas en 1963 en Barbados, se convirtieron en un enigma para la sociedad y para la ciencia, creando su propio entorno y lenguaje, y llegando a un punto límite donde la vida de una de ellas se apagó de forma inexplicable.
Un Inicio Marcado por la Dificultad
La vida de las gemelas Gibbons estuvo marcada por la dificultad desde el principio. Su familia, de origen barbadense, se mudó al Reino Unido en busca de una vida mejor, pero las hermanas se encontraron con la hostilidad y el racismo de la sociedad británica de los años sesenta. Esta situación, junto con la presión de ser gemelas idénticas, las llevó a un aislamiento casi total.
En la escuela, June y Jennifer fueron víctimas de acoso y bullying, lo que las llevó a crear un entorno propio, un refugio donde solo ellas podían entenderse. Se negaron a hablar con nadie más que entre ellas, desarrollando un lenguaje propio, ininteligible para el resto del entorno. Este aislamiento se convirtió en su manera de protegerse del dolor que les causaba la sociedad.
El Silencio como Escudo
El silencio de las gemelas Gibbons se convirtió en un escudo contra el entorno exterior. Se negaron a hablar, a leer o a escribir, creando una barrera impenetrable entre ellas y el resto de las personas. Su relación se volvió tan estrecha que llegaron a actuar y pensar de manera similar, como si fueran una sola persona.
Este comportamiento desconcertó a todos a su alrededor, especialmente a sus padres y maestros, que no entendían el motivo de su aislamiento. Se intentó separarlas y enviarlas a internados diferentes, pero el esfuerzo fue en vano. Las gemelas se negaron a romper su silencio, demostrando la fuerza de su vínculo y la profundidad de su aislamiento.
Un Escape a Través del Arte
A pesar de su silencio, June y Jennifer encontraron una forma de expresar sus emociones y pensamientos a través del arte. Escribieron diarios, crearon obras de teatro, cuentos y marionetas, y publicaron una serie de novelas, entre las que se encuentran pepsi-cola addict, the pugilist, discomania y the taxi-driver son.
Su arte, sin embargo, reflejaba la oscuridad que las rodeaba. Sus historias estaban llenas de violencia, sexo y muerte, revelando la complejidad de sus mentes y la profundidad de su aislamiento. A través de sus escritos, las gemelas Gibbons buscaban un escape de la realidad, un espacio donde podían ser ellas mismas sin temor al juicio del entorno exterior.
Un Camino Destructor
Lamentablemente, el escape de las gemelas Gibbons a través del arte no fue suficiente para aliviar su sufrimiento. Se volvieron adictas a las drogas y el alcohol, y comenzaron a cometer actos de vandalismo, incluyendo robos e incendios. Su comportamiento se volvió cada vez más errático y peligroso, lo que las llevó a ser detenidas y sentenciadas a 12 años de internamiento en el Hospital Broadmoor, un centro psiquiátrico de alta seguridad.
La condena fue un golpe duro para las gemelas Gibbons. Se sintieron aún más aisladas y desesperadas, perdiendo todo interés en la vida. Su relación se volvió aún más intensa, como si estuvieran unidas por un vínculo invisible que las obligaba a estar juntas hasta el final.
El Pacto Escalofriante
Durante su internamiento en Broadmoor, las gemelas Gibbons se acercaron a la periodista Marjorie Wallace, quien se interesó por su historia y escribió un libro sobre ellas, the silent twins. Wallace descubrió que las gemelas habían hecho un pacto escalofriante: una de ellas debía morir para liberar a la otra. Jennifer se había ofrecido a sacrificar su vida para que June pudiera ser libre.
El 9 de marzo de 1993, las gemelas Gibbons fueron liberadas de Broadmoor y trasladadas a la clínica Caswell en Gales. Durante el viaje, Jennifer se quedó dormida sobre el regazo de June, con los ojos abiertos. Al llegar a la clínica, los médicos no pudieron despertarla. Jennifer Gibbons había muerto de forma repentina e inexplicable.
La causa oficial de la muerte de Jennifer fue una miocarditis aguda, una inflamación del corazón. Sin embargo, la muerte de Jennifer sigue siendo un misterio. No había drogas en su cuerpo, ni signos de enfermedad previa. Solo quedó el pacto que había hecho con su hermana. June, finalmente, rompió su silencio y comenzó a hablar.
El Legado de las Gemelas Silenciosas
La historia de June y Jennifer Gibbons es una historia de aislamiento, de dolor y de un vínculo fraternal tan intenso que llegó a ser destructivo. Sus vidas fueron marcadas por el racismo, el acoso y la incomprensión, lo que las llevó a crear un entorno propio, un refugio donde solo ellas podían entenderse.
Su historia nos recuerda la importancia de la empatía y la comprensión, y la necesidad de crear una sociedad más inclusiva y tolerante. Las gemelas Gibbons nos muestran que el aislamiento puede ser un arma de doble filo, que puede protegernos del dolor, pero también puede llevarnos a la destrucción.
Consultas Habituales
¿Qué enfermedad tenían las gemelas Gibbons?
Las gemelas Gibbons fueron diagnosticadas con esquizofrenia, una enfermedad mental que afecta la capacidad de pensar, sentir y comportarse. La esquizofrenia puede provocar alucinaciones, delirios y pensamientos desordenados. Sin embargo, es importante destacar que el comportamiento de las gemelas Gibbons era complejo y no se limitaba a la esquizofrenia. Su aislamiento y su vínculo único también jugaron un papel fundamental en su historia.
¿Cómo se comunicaban las gemelas Gibbons?
Las gemelas Gibbons desarrollaron un lenguaje propio, ininteligible para el resto del entorno. Este lenguaje era una mezcla de palabras inglesas, gestos y sonidos, que solo ellas podían entender. Su comunicación era tan profunda y compleja que incluso los psicólogos y terapeutas tuvieron dificultades para comprenderla.
¿Por qué las gemelas Gibbons se negaron a hablar?
Las gemelas Gibbons se negaron a hablar con nadie más que entre ellas como una forma de protegerse del dolor y la hostilidad que enfrentaban en el entorno exterior. El acoso y el racismo que sufrieron en la escuela las llevaron a crear un entorno propio, un refugio donde solo ellas podían sentirse seguras.
¿Qué pasó con June Gibbons después de la muerte de Jennifer?
Después de la muerte de Jennifer, June Gibbons comenzó a hablar y a relacionarse con el entorno exterior. Rompió su silencio y se integró a la sociedad, buscando una vida normal. Sin embargo, la muerte de su hermana la marcó profundamente, y siempre la recordará como la persona que la liberó de su aislamiento.
¿Qué podemos aprender de la historia de las gemelas Gibbons?
La historia de las gemelas Gibbons nos recuerda la importancia de la empatía, la comprensión y la tolerancia. Nos muestra que el aislamiento puede ser un arma de doble filo, que puede protegernos del dolor, pero también puede llevarnos a la destrucción. Su historia nos invita a reflexionar sobre la importancia de la inclusión y la lucha contra el racismo y la discriminación.
Tabla de Cronología
| Año | Evento |
|---|---|
| 1963 | Nacimiento de June y Jennifer Gibbons en Barbados. |
| 1960s | La familia Gibbons se muda al Reino Unido. June y Jennifer son víctimas de acoso y racismo en la escuela. |
| 1970s | June y Jennifer se encierran en su propio entorno, desarrollando un lenguaje propio. Son separadas y enviadas a internados diferentes, pero se niegan a romper su silencio. |
| 1981 | June y Jennifer son detenidas por robo e incendios provocados. Son sentenciadas a 12 años de internamiento en el Hospital Broadmoor. |
| 1986 | Marjorie Wallace publica the silent twins, un libro sobre la historia de las gemelas Gibbons. |
| 1993 | Jennifer Gibbons muere repentinamente en la clínica Caswell. June comienza a hablar y a relacionarse con el entorno exterior. |
La historia de las gemelas Gibbons es una historia de misterio, de dolor y de un vínculo fraternal único. Su historia nos recuerda la complejidad de la mente humana y la importancia de la empatía y la comprensión.
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