Tarzán, el famoso personaje de ficción creado por Edgar Rice Burroughs, ha cautivado la imaginación de millones de personas en todo el entorno. Su imagen de hombre salvaje, viviendo en la jungla y dominando la naturaleza, ha inspirado películas, libros y hasta una mascota universitaria. Pero, ¿Es Tarzán una historia real o ficción?
En este artículo, exploraremos la historia de Tarzán, desde su origen literario hasta su representación como mascota del Colegio de Mayagüez en Puerto Rico. Descubriremos cómo la figura de Tarzán se convirtió en un símbolo de fuerza, coraje y tradición para la comunidad universitaria, y cómo su historia se entrelaza con la historia del Colegio y su identidad.
Tarzán: De la ficción a la realidad
La historia de Tarzán comienza con Edgar Rice Burroughs, un escritor estadounidense que en 1912 publicó la novela tarzán de los monos. En esta obra, Burroughs presenta a un niño llamado John Clayton, Lord Greystoke, que es abandonado en la jungla africana y criado por una manada de gorilas. Tarzán se convierte en un hombre salvaje, con una fuerza sobrehumana y una conexión profunda con la naturaleza.
La historia de Tarzán rápidamente se convirtió en un fenómeno cultural, inspirando numerosas películas, cómics, programas de televisión y videojuegos. La imagen de Tarzán, con su piel bronceada, su cabello largo y su ropa de piel, se convirtió en un símbolo de la libertad, la aventura y la conexión con la naturaleza.
Aunque la historia de Tarzán es una creación ficticia, su impacto en la cultura popular ha sido enorme. La figura de Tarzán ha inspirado a generaciones de lectores, espectadores y jugadores, y su historia sigue siendo relevante en la actualidad.
Tarzán: La mascota del Colegio de Mayagüez
En Puerto Rico, el nombre de Tarzán también tiene un significado especial, pero no está relacionado con el personaje de ficción de Burroughs. En el Colegio de Mayagüez, la Universidad de Puerto Rico, Tarzán es el nombre de la mascota del Colegio, un bulldog inglés.
La historia de Tarzán en el Colegio se remonta a 1946, cuando el profesor de Educación Física, Nolan Comas, propuso que el Colegio adoptara un bulldog inglés como mascota. La idea surgió en un momento en que el Colegio se encontraba en su apogeo deportivo, y los estudiantes buscaban un símbolo que representara la fuerza, la determinación y la ferocidad de los atletas colegiales.
La imagen del bulldog inglés, asociado con la fuerza y la tenacidad, encajaba perfectamente con la identidad del Colegio. Además, la elección del bulldog se inspiró en la figura de Winston Churchill, quien durante la Segunda Guerra Mundial fue llamado el bulldog inglés por su resistencia y determinación frente a la adversidad.
Los primeros Tarzanes: Un legado de tradición
El primer Tarzán del Colegio fue un boxer llamado Coronel Victor Domenech, quien fue adoptado como mascota debido a la dificultad de conseguir un bulldog inglés. Sin embargo, el Colegio no se dio por vencido y siguió buscando un bulldog para representar su identidad.
Finalmente, el Colegio logró obtener un bulldog inglés, que fue bautizado con el nombre de Tarzán. El Colegio recibió a Tarzán con una parada del ROTC, a la que asistió toda la comunidad universitaria. Tarzán se convirtió en un símbolo de orgullo para el Colegio, y los estudiantes lo cuidaban con mucho cariño.
A lo largo de los años, el Colegio ha tenido varios Tarzánes, cada uno con su propia historia y personalidad. La tradición de Tarzán se ha mantenido viva a través de las generaciones, y la mascota sigue siendo un símbolo importante para el Colegio y su comunidad.
Tarzán: Más que una mascota
Tarzán, la mascota del Colegio de Mayagüez, es mucho más que un perro. Es un símbolo de la historia, la tradición y la identidad del Colegio. Es un recordatorio de la fuerza, la determinación y el espíritu de lucha de la comunidad universitaria. Es un símbolo de orgullo para todos los colegiales, presentes y futuros.
La historia de Tarzán es un ejemplo de cómo una figura ficticia puede inspirar un símbolo real. En el Colegio de Mayagüez, Tarzán es mucho más que una mascota; es un legado que se ha transmitido de generación en generación, y que seguirá inspirando a los colegiales durante muchos años más.
¿Por qué el Colegio de Mayagüez eligió un bulldog como mascota?
El Colegio de Mayagüez eligió un bulldog como mascota porque representa la fuerza, la determinación y la ferocidad de los atletas colegiales. Además, la imagen del bulldog inglés se asoció con la figura de Winston Churchill, conocido como el bulldog inglés por su resistencia y determinación durante la Segunda Guerra Mundial.
¿Cuántos Tarzánes ha tenido el Colegio de Mayagüez?
El Colegio de Mayagüez ha tenido nueve Tarzánes desde que la mascota fue adoptada en 194Cada Tarzán ha sido un símbolo de orgullo para el Colegio y su comunidad.
¿Quién cuida a Tarzán?
El cuidado de Tarzán está a cargo de la Asociación y Fundación Alumni Colegial. El Segundo Vicepresidente de la Junta de Directores, Carlos Díaz, un colegial de corazón, es el responsable de cuidar a la mascota, asegurando que reciba la mejor atención y cuidados.
¿Cómo se celebra la tradición de Tarzán en el Colegio?
La tradición de Tarzán se celebra en el Colegio a través de diversas actividades, incluyendo eventos deportivos, desfiles, y la participación de la mascota en eventos universitarios. Tarzán es un símbolo importante para el Colegio y su comunidad, y su presencia es siempre bienvenida en los eventos universitarios.
Tarzán, la mascota del Colegio de Mayagüez, es un ejemplo de cómo un símbolo puede ser mucho más que una simple representación. Es un legado que se ha transmitido de generación en generación, representando la historia, la tradición y la identidad del Colegio. Tarzán es un símbolo de orgullo para todos los colegiales, y su historia sigue inspirando a la comunidad universitaria a seguir luchando por la excelencia y el éxito.
La historia de Tarzán es un ejemplo de cómo la ficción puede inspirar la realidad. En el Colegio de Mayagüez, Tarzán es mucho más que una mascota; es un símbolo de la fuerza, la determinación y el espíritu de lucha de la comunidad universitaria. Es un legado que se ha transmitido de generación en generación, y que seguirá inspirando a los colegiales durante muchos años más.
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