En 2016, la película de terror el bosque, protagonizada por Natalie Dormer, despertó un gran interés en los mitos japoneses y el bosque que se presentaba en la película. La película tenía una gran premisa y algunos elementos inteligentes que le dieron un buen resultado en taquilla. Sin embargo, su popularidad también generó algunas preguntas obvias sobre si el Bosque Aokigahara de la película realmente existía y, lo que es peor, si realmente tenía la reputación que se le atribuía.
La razón de esta intriga sobre el Bosque Aokigahara era que la película lo representaba como un lugar embrujado por espíritus malignos conocidos como yūrei (espíritus de los muertos). Más espeluznante y perturbador era que la película mostraba el bosque como un lugar que la gente visitaba regularmente para quitarse la vida. Esta premisa hecha para Hollywood proporcionó una gran trama, pero lo que la hizo mucho más morbosamente intrigante fue el hecho de que el bosque realmente existe, y las historias sobre él son todas ciertas.
El Bosque: Una Película Basada en la Realidad
En el bosque, Natalie Dormer interpreta un doble papel como las dos mitades de un dúo de hermanas gemelas. Mientras que la protagonista principal, Sara, es más circunspecta, su hermana gemela, Jess, es conocida por ser imprudente y siempre meterse en problemas. Sara también es inflexible en que las dos siempre han compartido una conexión gemela que raya en lo preternatural. Entonces, cuando Sara recibe una llamada de las autoridades japonesas de que Jess está desaparecida y se presume muerta, se niega a aceptarlo, ya que su conexión le dice que todavía está viva y necesita su ayuda.
Viajando a Japón, Sara sigue pistas que la llevan al Bosque Aokigahara. Dado que Jess fue vista por última vez entrando en el bosque, además del hecho de que se sabe que sufre de depresión y ha intentado suicidarse antes, todos menos Sara creen que se quitó la vida dentro de él. Sara se aventura en el bosque con la ayuda de un periodista que conoce. Ignora todas las advertencias de los lugareños de mantenerse en el camino para evitar ser perseguida por los yūrei que habitan el bosque.
En el camino, la búsqueda de Sara se convierte en una pesadilla, ya que todas las historias sobre el bosque resultan ser ciertas. Comienza a tener alucinaciones, se encuentra con cadáveres de víctimas de suicidio y se enfrenta a todo tipo de amenazas, algunas sobrenaturales y otras más sorprendentes, ya que la película toma algunos giros de trama inteligentes. Entre los sustos repentinos, las entidades espeluznantes, los momentos escalofriantes y el concepto en sí, el bosque fue una buena película de terror. Sin embargo, aquí están los hechos sobre el verdadero Bosque Aokigahara y la espeluznante historia que realmente tiene.
El Bosque Aokigahara: Un Lugar de Soledad y Terror
Ubicado cerca del Monte Fuji, en la isla japonesa de Honshu, el Bosque Aokigahara es un bosque público que abarca aproximadamente 12 millas cuadradas. Se ha convertido en un popular destino turístico desde que se formó alrededor de la lava solidificada que quedó de la última vez que la famosa montaña tuvo una erupción masiva. Con cuevas, áreas densamente boscosas y masas de formaciones rocosas porosas que absorben el sonido, se dice que el bosque tiene una tranquilidad que lo convierte en un lugar ideal para encontrar soledad.
No está claro durante cuánto tiempo o cuándo comenzó, pero la característica más intrigante y perturbadora del bosque es que se ha conocido como el bosque del suicidio. La razón es que, a lo largo de las décadas, el Bosque Aokigahara se ha convertido en un sitio donde una cantidad anormalmente alta de personas han ido tristemente a terminar con sus vidas. En este sentido, algunas de las cifras son asombrosas, ya que solo en 2003 las autoridades japonesas encontraron 105 cuerpos de personas que se suicidaron allí. Este hecho solo sería lo suficientemente inquietante, pero las historias solo se vuelven más extrañas a partir de ahí.
Los Yūrei: Espíritus del Bosque
Según las leyendas, los llamados yūrei (espíritus de los muertos) realmente residen allí. Su número aumenta constantemente, ya que se cree que los espíritus de todas las personas que terminan con sus vidas allí son los que realmente acechan el bosque. Además, aunque no se representa tan dramáticamente en la película, se sabe que las agujas de las brújulas se mueven o se comportan de manera extraña cuando están dentro del bosque. Sin embargo, los científicos creen que esto solo ocurre cuando se las mantiene cerca de la roca porosa.
Cualquiera que sea la verdad detrás de los fantasmas y las apariciones en el bosque, su tasa de suicidio sigue convirtiéndolo en un lugar bastante inquietante. De hecho, es tan común que la gente se quite la vida en el bosque que un creador de contenido de YouTube que filmaba allí se encontró con un cuerpo y se lo mostró a sus espectadores, provocando una gran controversia por este acto.
Sin embargo, la escalofriante realidad es que, dado que la forma más popular de las víctimas de acabar con sus vidas en el bosque es ahorcándose o por sobredosis de drogas, no es raro encontrar cuerpos colgados de las ramas de los árboles si te aventuras lo suficientemente profundo en él. La cantidad de cuerpos encontrados allí ha provocado que los funcionarios japoneses coloquen carteles alrededor del bosque instando a las personas posiblemente suicidas a reconsiderar y tratar de obtener ayuda, y a los turistas a tener cuidado con lo que puedan ver allí.
El Ángulo de la Película: El Terror Psicológico
En la película, uno de sus giros más inteligentes provino de la expansión de algunas teorías de larga data sobre el verdadero Aokigahara y su historia embrujada. Muchas personas creen que si entras en el bosque con tristeza en el corazón, los yūrei sentirán esto y se alimentarán de ella, eventualmente empujándote más hacia un camino de depresión extrema que te consume lo suficiente como para hacerte querer terminar con tu vida.
En este sentido, la escalofriante teoría es que la mayoría de las personas en realidad no quieren morir allí, y es el bosque y los espíritus que hay allí los que realmente te hacen hacerlo. En la película, la protagonista, Sara, experimenta estos episodios aterradores que la hacen tener visiones que distorsionan la realidad y la empujan a autolesionarse sin que ella sea consciente de ello. Esta es probablemente la leyenda más desgarradora sobre el verdadero bosque, pero en realidad, es igual de probable que estos sean solo mitos que enmascaran una verdad más triste.
La Probable Realidad: La Soledad y el Morbo
Las tasas consistentes y anormales de suicidios que ocurren en el verdadero Bosque Aokigahara han provocado que los funcionarios dejen de informar las cifras en un esfuerzo por romper la asociación de este lugar como un lugar para terminar con la vida. En realidad, la trágica y más probable verdad es que la reputación del bosque de ser un lugar tranquilo para encontrar soledad es lo que atrae a la mayoría de las personas a elegirlo como un lugar adecuado para cometer su último acto, sin ser molestados.
A medida que han pasado los años y su reputación ha crecido, esto probablemente ha atraído a más personas suicidas a verlo con una especie de romanticismo morboso como un lugar conmovedor para hacer su último lugar de descanso. Si bien las historias de apariciones y espíritus de las personas que mueren allí añaden a su misterio, la cultura popular probablemente solo ha empeorado su prominencia como destino de suicidio. Para este fin, el bosque es solo una representación, y otras películas como el mar de los árboles de Matthew McConaughey, Ken Watanabe y Naomi Watts, y la cobertura de noticias sobre él, continúan construyendo la infamia y el atractivo macabro del Bosque Aokigahara.
Consultas Habituales sobre el Bosque Aokigahara
¿Es el Bosque Aokigahara realmente un lugar peligroso?
El Bosque Aokigahara es un lugar hermoso pero también es un lugar tristemente conocido por su alto índice de suicidios. Si bien no es inherentemente peligroso, es importante ser consciente de la historia del bosque y tomar las precauciones necesarias para evitar cualquier riesgo.
¿Hay realmente espíritus en el Bosque Aokigahara?
La existencia de espíritus en el Bosque Aokigahara es una creencia popular, pero no hay evidencia científica que lo respalde. Sin embargo, el bosque tiene una atmósfera inquietante, posiblemente debido a su historia y a su naturaleza aislada.
¿Es seguro visitar el Bosque Aokigahara?
Visitar el Bosque Aokigahara puede ser seguro si se toman precauciones. Es importante mantenerse en los caminos designados, no explorar áreas desconocidas y estar atento a su entorno. También es recomendable ir acompañado de un tutorial turístico experimentado.
¿Hay medidas para prevenir suicidios en el bosque?
Las autoridades japonesas han implementado medidas para prevenir suicidios en el Bosque Aokigahara, como carteles de advertencia, líneas telefónicas de ayuda y un mayor patrullaje. Sin embargo, la lucha contra el suicidio es un problema complejo que requiere un enfoque multifacético.
¿Qué mensaje transmite el bosque sobre el suicidio?
El bosque explora los temas de la depresión, el suicidio y la conexión humana. Aunque la película se basa en hechos reales, la historia es ficticia y no pretende ser un retrato preciso del Bosque Aokigahara o de la experiencia del suicidio.
Un Lugar de Misterio y Tristeza
El Bosque Aokigahara es un lugar de misterio y tristeza. Su historia como el bosque del suicidio lo ha convertido en un lugar de fascinación y horror. Si bien la película el bosque ha contribuido a su infamia, es importante recordar que el bosque también es un lugar de belleza natural y que la historia del suicidio es solo una parte de su complejidad.
Es esencial abordar el suicidio con sensibilidad y comprensión. Si tú o alguien que conoces está luchando con pensamientos suicidas, busca ayuda profesional. Hay recursos disponibles para brindar apoyo y orientación.
El Bosque Aokigahara es un recordatorio de la fragilidad de la vida humana y de la importancia de la salud mental. Es un lugar que nos invita a reflexionar sobre la vida y la muerte, y a buscar la ayuda que necesitamos para superar los desafíos que enfrentamos.
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