Víctor apaza quispe: ¿Asesino o santo popular?

La historia de Víctor Apaza Quispe es un relato complejo que entrelaza la tragedia, la fe y la memoria popular. Nacido en 1932 en Arequipa, Perú, Apaza Quispe se convirtió en el último hombre ejecutado en Perú, pero su historia no termina ahí. Su tumba se ha convertido en un lugar de peregrinación para miles de arequipeños, quienes lo consideran un santo popular que concede milagros.

En este articulo hablaremos sobre

Un Hombre de Fe y Obsesión

Apaza Quispe fue un hombre profundamente religioso desde temprana edad. Dominaba el quechua, lo que le permitió trabajar como pastor en Puno. Más tarde, regresó a Arequipa y se dedicó al servicio doméstico. Su fe se intensificó con el tiempo, al punto de imponer severos castigos a sus familiares por lo que él consideraba pecados. Era un ferviente católico, participando en procesiones y mostrando un comportamiento que hoy podríamos considerar fundamentalista.

El Trágico Final de Agustina Belisario Capacoyla

Víctor Apaza Quispe se casó con Agustina Belisario Capacoyla, con quien compartía una casa en La Joya. Sin embargo, su obsesión religiosa y su percepción distorsionada de la realidad lo llevaron a cometer un acto terrible. Apaza Quispe soñó que su esposa lo había engañado con otro hombre, y esta obsesión lo llevó a asesinarla a pedradas.

Existen dos versiones sobre el crimen. La más conocida relata que Apaza Quispe, cegado por los celos, mató a su esposa en un ataque de furia. La otra versión, ofrecida por el abogado defensor, sugiere que el crimen fue producto de un accidente durante una discusión de pareja.

La Pena de Muerte y el Fusilamiento

Víctor Apaza Quispe fue condenado a muerte por el asesinato de su esposa. Después de un juicio que duró más de dos años, fue ejecutado el 17 de enero de 1971 en la prisión arequipeña Siglo XX. Durante su tiempo en prisión, Apaza Quispe se dedicó a la construcción de carritos de juguete de madera, un acto que refleja su lado más humano y su capacidad para encontrar consuelo en la creatividad.

El día de su ejecución, Apaza Quispe solicitó una hostia como última cena y pidió que le vendaran los ojos. Sus últimas palabras fueron: no he mentido. no he engañado. ¿por qué me matan ahora (...)? yo nunca negué mi delito, dije la verdad.

La ejecución de Apaza Quispe marcó un punto de inflexión en la historia del Perú. Solo cinco días después, el gobierno del general Juan Velasco Alvarado abolió la pena de muerte.

De Asesino a Santo Popular

A pesar de su condena, muchas personas creyeron en la inocencia de Víctor Apaza Quispe. Miles de personas acompañaron su cortejo fúnebre, y con el paso de los años, su tumba se convirtió en un lugar de peregrinación. La gente le lleva flores, regalos y cartas con deseos, similar al culto a Santa Rosa de Lima. Le rezan y le piden milagros.

Este culto popular, aunque no es reconocido por la Iglesia Católica, es un testimonio de la capacidad humana para encontrar esperanza y consuelo en lo inesperado. La historia de Víctor Apaza Quispe nos recuerda que la memoria colectiva puede reinterpretar la historia y crear nuevos significados, incluso en torno a figuras controvertidas.

Consultas Habituales

¿Por qué se considera a Víctor Apaza Quispe un santo popular?

La creencia en la santidad de Víctor Apaza Quispe se basa en la percepción de que concede milagros a quienes lo veneran. Aunque la Iglesia Católica no reconoce este culto, la gente le atribuye poderes sobrenaturales y busca su intercesión en momentos de necesidad.

¿Cómo se convirtió su tumba en un lugar de peregrinación?

La tumba de Apaza Quispe se convirtió en un lugar de peregrinación con el paso del tiempo. Muchas personas, creyendo en su inocencia o en su capacidad para conceder milagros, comenzaron a visitarla y a dejarle ofrendas. Este fenómeno se ha mantenido hasta la actualidad.

¿Cuál es la postura de la Iglesia Católica respecto al culto a Víctor Apaza Quispe?

La Iglesia Católica no reconoce ni aprueba el culto a Víctor Apaza Quispe. La Iglesia considera que la veneración de los santos debe estar basada en la santidad reconocida por la Iglesia, y no en la percepción popular.

¿Por qué la ejecución de Víctor Apaza Quispe fue un evento importante en la historia del Perú?

La ejecución de Apaza Quispe marcó el fin de la pena de muerte en Perú. Su caso, junto con la creciente oposición a la pena capital, contribuyó a la decisión del gobierno de abolir este castigo. La abolición de la pena de muerte fue un hito importante en la historia del Perú y un reflejo de la evolución de las ideas sobre la justicia y los derechos humanos.

La historia de Víctor Apaza Quispe nos presenta un complejo retrato de la fe, la obsesión, la tragedia y la memoria popular. Su caso nos recuerda que la historia puede ser interpretada de diversas maneras, y que la percepción popular puede crear figuras icónicas, incluso en torno a personajes controvertidos. Aunque su vida terminó en tragedia, su legado sigue vivo en la memoria de quienes lo veneran como un santo popular, un ejemplo de la capacidad humana para encontrar esperanza y significado en lo inesperado.

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